lunes, 9 de junio de 2008

Kafka y la angustia por el infinito

La obra Kafkiana, que tan amplia nos parece en algunos sentidos, es atravesada, como todas las obras de los grandes creadores, por símbolos que hemos de calificar, en palabras de Sábato, como “obsesiones” repetitivas y constantes. La cultura tiene que ver con objetos sociales y con relaciones entre ellos. Los objetos sociales son la obsesión del escritor y sus relaciones son los relatos que hace. Por ello, la cultura se ve muy beneficiada cuando un escritor ha encontrado su obsesión. Pero el beneficio del que hablo sólo se vuelve útil cuando el escritor informa a la sociedad de su hallazgo. Cuando no es así, la cultura que ha encontrado el escritor muere con él. El tipo ha perdido el tiempo. Perseguir una obsesión es una cosa grave: no es un pasatiempo; es, en realidad, un acto de compromiso con los demás seres humanos. La aparición de cultura alternativa, o la indagación de la propia, ayuda a la sobrevivencia de los pueblos. Y la sobrevivencia de un pueblo no es una tonterita más. Es indispensable que el oficio de escritor continúe adelante. Hay muchas obsesiones de esta clase en Kafka, por ejemplo La Ley, el Poder o el Padre. Existe mucha bibliografía que trata el tema y, sin duda, la mejor bibliografía para comprenderlos es la obra misma de Kafka.

Hay una obsesión, sin embargo, de la cual aún no he encontrado reseña. Me refiero al infinito y la angustia ante el infinito. Lo interesante del caso es que Kafka se maneja en una versión bastante matemática del infinito. Yo diría que si se quiere comprender el concepto en su desesperante magnitud, lo mejor es recurrir al narrador checo y no a los libros de cálculo infinitesimal. No olvidemos que uno de los creadores del concepto moderno de infinito (Georg Cantor) se suicidó. Veamos la definición.

Se dice que un conjunto es infinito si al posicionarse en un punto cualquiera del conjunto, resulta que la pregunta “¿hay algo más grande que ese punto?” tiene respuesta afirmativa siempre. Existen muchos de estos conjuntos: los números enteros, los números reales y tal vez el universo mismo. En la obra kafkiana también existen esta clase de conjuntos: la torre de babel, la muralla china, el imperio, la ley, el tiempo del ayunador. La muralla china, evidentemente, no es infinita, rodear un imperio puede ser una tarea ardua pero no estrictamente imposible. Pero la narrativa de Kafka nos hace creer que es así. La manera en que los obreros trabajan años tras año, con estrategias de ensayo y error, a veces absurdas e inútiles nos convence que la terminación de la obra es imposible. O el hombre que está ante la puerta de la ley y se le dice que nada saca con luchar porque la cantidad de guardianes es enorme y cuando se dice enorme el hombre comprende que se refiere a infinita. O el ayunador que quiere ayunar para siempre y su propio cuerpo se transforma en límite, puesto que se morirá antes de alcanzar su sueño.

Se dice que el padre de Kafka, un día, para castigarlo, lo dejó afuera de la casa, toda una noche de frío y nieve. Eso nos hace pensar en otra de las constantes en su obra: la condena. Muchas veces estas condenas no tienen fin. Lo interesante es que los proyectos infinitos que “deben” construir sus personajes pueden ser interpretados como una condena cuando vemos que se trata de trabajos infinitos. Su infinidad genera la angustia y luego genera una condena. Esto es la repetición hasta la saciedad, de maneras muy sutiles, del viejo mito de Sísifo, aquel pobre griego que debía cargar una piedra y cuando llegaba a la cumbre esta piedra caía al despeñadero. Como diría Camus, el mito de Sísifo nos conecta con el absurdo. El infinito es una condena porque en la mente del castigado sobreviene la angustia y el sentimiento de que los acontecimientos son absurdos. ¿Quién es el castigado? Al parecer no los personajes, porque ellos se mantienen en la inocencia, como Sísifo, que volverá a cargar su piedra como si hubiera olvidado por completo que la piedra se le cayó hace apenas un minuto. Los constructores de la muralla siguen con tesón su tarea, el ayunador seguirá sin comer, etc. Pero al lector le pasa lo desagradable. Es como si Kafka estuviera usando un extraño método para sacarnos en cara sus miserias: literatura. La metáfora de Sísifo cruza la obra de Kafka, aplicada o “aterrizada” a diversas situaciones, muy abstractas por cierto. Nuevas situaciones para el viejo mito. Uno se pregunta, ¿es posible seguir buscando más aplicaciones de la metáfora? ¿Es esa una senda todavía por recorrer? Los autores se repiten, toda escritura es una reescritura. Sin duda que abundan los chilenos angustiados ante el infinito. Sin duda que hay escritores que asustan a sus lectores con el infinito. Aunque no sean ellos los más talentosos para hacerlo; son mucho mejores las financieras, la justicia, el poder, los medios, el conocimiento, la violencia, el dolor. Los mismos culpables de siempre. Al escritor no le queda más remedio que retratar la sociedad en que vivimos, otra vez como siempre.

Bibliografía:
En castigo léase los siguientes cuentos de Kafka
[1] Ante la Ley
[2] La construcción de la muralla china.
[3] Un mensaje imperial
[4] El artista del hambre

5 comentarios:

hipoceronte dijo...

Muy bueno el artículo.

mmm, al infinito y más allá!!!

mejor no pensar en esas cosas

Florencia dijo...

Justo acabé de leer 'Un mensaje imperial','Ante la ley' y 'La metamorfosis' de Kafka. Aunque en un principio no le di importancia, es sumamente notoria la influencia de su historia en el momento de escribir: 'aquel al que dejó de importarle su hijo por ser un insecto...'
¡Saludos!

Unknown dijo...

Necesito Saber cual fue el verdadero Nombre del filósofo que se SUICIDO al estudiar el infinito

Por favor escribe tu mail...

sAludoZ !! (X.n "

Ricardo Chamorro dijo...

mi mail: chamorrison@gmail.com

Rocio dijo...

Me interesa leer mucho y de esta manera trato de conseguir diferentes artículos sobre distintas cosas. Es por eso que trato de investigar mucho en internet para ello. Ojala que pueda conseguir la posibilidad de viajar y conocer nuevos textos y para eso busco con Lan Argentina esta posibilidad