lunes, 26 de mayo de 2008

La Navidad no existe más

Ayer fue ese día que todos los niños esperan y que los adultos a esta altura desprecian, sin aceptarlo: el día de la noche buena. A mi, para ser francos, no me gusta la navidad y me parece mas bien una “nadidad”. Vayamos por partes:

1. La navidad celebra el nacimiento de Jesus, llamado el Cristo y tambien el Mesías, para otros es el “jesucristo” y figuras semejantes. Yo hace rato que dejé de creer en la existencia de este personaje y me adhiero a la hipotesis (ya no recuerdo al autor, pero su libro era muy cnvincente) según la cual “Jesus” es una construcción literaria, que cualquiera puede hacer, utilizando como datos las afirmaciones de los profetas hebreos. Los profetas decían “será de la estirpe del rey David”, pues bien, se le hace nacer en Belén, lugar de origen de David. La cronica usual olvida que David tuvo como no se cuantas concubinas y medio Israel (de los tiempos de Herodes) era descendiente de David. La hipotesis de la construcción literaria de los Evangelios es avalado por los mismos evangelios. A cada rato y de manera harto sospechosa está diciendo “y esto ocurrió para que se cumplieran las palabras de profetas Isaias”. Lo cual bien puede querer decir “y esto se me ocurrió para que calce con las palabras del profeta”. Ustedes me dirán “¡Como que no existió!¡ Si los archivos romanos lo indican”. La verdad es justamente la contraria, los archivos romanos no la indican y eso que los romanos eran muy meticulosos y anotaban todo. Existe una nota acerca de un rebelde que se le condenó a la cruz (como a casi todos los revbeldes de la época que además eran muchos), pero que logró burlar la justicia y huyó del país en un burro. Dicha crónica es de 100 años antes del nacimiento de Cristo. La relación es que el tipo se trataba a sí mismo como el verdadero Mesías, cosa que no tuvo mucha influencia en sus congeneres. Por otro lado se encuentra un par de líneas del historiador judío Flavio Josefo, el cual poseía formación griega. El escribió una historia de los Judíos allá por el años 40 DC. En esas líneas dice que existió un hombre que fue el mesías, pero que fue condenado a la cruz. Lo curioso es que el tipo habla en esas dos líneas en un tono impensado para un judio muy practicante como lo era él: dice que el mesías ya vino. Investigaciones posteriores indican que se trata, nada mas y nada menos, que de una “interpolación” medieval. Como las hay por montones, en todo el nuevo testamento. El evangelio de San Marcos, descubierto en Qumran es 50% mas breve que el que cada uno de nosotros tiene en su casa.

2. Resumiendo la navidad señala el nacimiento de una figura que yo creo jamás nació, a no ser que, un hecho interesante desde el punto de vista literario, se celebre la invención de su figura por parte de intelectuales judios de formación griega. Como lo fueron Lucas y Mateo. Por lo tanto ¿porqué tendría que celebrar yo la Navidad, asignandole un sentido cristiano? Está el sentido cultural, innegable, hace ya mas de quinientos que esta tierra tiene una historia que no se entiende sin la existencia del Cristianismo. Todos los niños en Chile celebramos alguna vez la navidad y eso genera sentimentalismos ad-hoc. Por supuesto, respeto las costumbres sociales y no tengo ningún interés en cambiarlas. Soy acristiano, mas que anti.cristiano y la precisión no es gratuita.

3. No puedo dejar de lado otros hechos, aunque afecte la coherencia lógica de este texto: hace 500 años en chile nadie celebraba la navidad porque a Chile no había llegado esta religón nacida en medio oriente. En esa época la religiosidad que se tenía en Chile estaba basada en cosmogonías de los pueblos indios y se trataba de una cosmogonía (claro está) hecha en concordancia total con el ambiente que les rodeaba: muchos ríos, montañas muy altas y mar hacia el otro lado. No voy a caer en la tentación barata de decir que se trata de la mejor forma de religiosidad posible. Era la mas adecuada al entorno, eso si. No podemos olvidar que el Cristianismo se impuso en America con sangre, con mas odio que con amor y para la “Navidad” mi recuerdo va para las victimas de Cristo mas que para sus beneficiados: los pobres y mansos de espiritus. Cosa que es discutible, porque en 2000 años de Cristianismo el tema de la pobreza sigue en la agenda y mas bien parece que el Cristianismo no busca mas que perpeuarla para así asegurar un “mercado cautivo” a quien dirgir su prédica. Como dijera Nietzsche con mucha lucidez “el cristianismo es un religión de esclavos”. Dirigida al rebaño. Y si no tiene rebaño se le genera por la fuerza. En Europa fue lo mismo. La edad media es rica en ejecuciones a bárbaros que no abrzaban la cruz. Se les tildaba de satánicos (idéntica estrategia se usó en Chile. Ercilla dice “los araucanos adoran a lucifer”), Dionisos era el Demonio, los rituales a dionisos eran “pactos con el demonio”, Diana era “una bruja” y sus rituales eran “aquelarres”. La hoguera fue el destino de todos ellos y en América fue el descuatizamiento.

4. Después de todos los datos que doy en este texto (y les aseguro que no son mas que una mínima parte del total) me pasaría de inconsecuente si me “emocionara” por el nacimiento y los pastores y la “virgen” sin pecado (jua, como si follar fuera una maldad y no follar una bondad) y con un José del cual no se sabe ni jota. Por eso, disfruten la navidad por lo que de verdad significa: un tiempito que nos reserva el sistema para estar con nuestras familias y dar regalos a pendejos que, quizá, no vuelvan a recibir familia ni regalos hasta el próximo 25. Amén.

martes, 6 de mayo de 2008

Steimbeck, un norteamericano cualquiera


No es común hallar norteamericanos con vocación social. Uno podría recordar, con dificultad, algunos ejemplos: Saco, Vanzetti, Luter King, Bob Dylan. Se contra- argumentará, con razón, que los nombrados eran marginales y, por ello, se opusieron a lo que consideraban un mal sistema. O se dirá que los dos primeros eran inmigrantes italianos con escaso dominio del inglés, el tercero un negro y el último un judío. Pero un gringo de verdad, rubio y carapálida, pero con vocación social no es fácil de hallar. Se está acostumbrado a pensar en el yankee imperialista o en el yankee “go home”, tipos de uniforme militar o de uniforme ejecutivo, metidos en guerras cuyo objetivo es siempre la rapiña.


Con esa desconfianza y ese prejuicio uno llega a Steimbeck. Y resulta que el tipo influyó en el muy chileno y muy izquierdista Nicomedes Guzmán (La Sangre y la Esperanza) o en el chileno- argentino y anarquista Manuel Rojas (Hijo de Ladrón, Sombras contra el muro). Manuel Rojas terminó viviendo en USA, casado con una estudiante norteamericana que “secuestró” y no me extrañaría que todo haya sido motivado por Steimbeck. Luego uno se entera que ganó el Nobel y que muchos de sus libros han sido películas con éxito de taquilla. Entonces, por lo menos, por curiosidad, dan ganas de leerlo.


Tengo al frente mío (mas bien al lado) la novela “La perla”. Una epopeya entera resumida en 100 páginas, donde el protagonista es Kino, un campesino pobre y bastante maltratado. En un estilo breve, que nos recuerda “El viejo y el mar”, nos cuenta como Kino de la noche a la mañana se vuelve rico al encontrar una perla valiosa. Un ser mínimo pasa a ser el centro de la atención en su aldea. Todas las malas artes y estrategias de los poderosos – que en este caso son de poca monta- se ponen en marcha para arrebatarle la perla a Kino. Y al final el triunfo no será de nadie, pero nos quedará la sensación de que las cosas podrían haber sido mejores.


También se halla a mi lado “En dudosa batalla”. La historia nos cuenta acerca de un grupo político, escaso de recursos, proscrito, sin ningún triunfo que mostrar como no sean las pateaduras frecuentes por parte de la policía. Sin embargo, son expertos en el arte de la agitación. Dos de ellos - Jim Nolan, un soñador que no lleva mas de una semana en la organización y Mac, un tipo experto, pragmático y que “nunca duerme”- se infiltran en una cosecha de manzanas, en el estado de California, y logran armar una huelga. Los hechos ocurren durante la depresión y la situación es muy dura para obreros, marginales y temporeros. La situación no es muy diferente a lo que uno acostumbra a ver en Sudamérica. Nuevamente el poder despliega una capacidad casi infinita: control de los medios, amedrentamiento, amenazas, muerte, cárcel y por sobre todo mucha policía. Pero los campesinos tienen, esta vez, una pequeña oportunidad. Y aunque fracasen, como nos indica Mac: “empezaremos de nuevo, siempre. Somos porfiados...”.


No son sus novelas más famosas. Lejos, casi a punto de ser conocidas por el hombre de la calle, están “Las uvas de la ira” y “Al este de Eden”. Ambas llevadas al cine, ambas excelentes novelas, nos dejan con la sensación de que Estados Unidos ha sido construida con sangre de muchos inmigrantes anónimos, de tipos pobres y perdedores, de esclavos. La brillantez del imperio se hace humo. Y la enseñanza, de importancia, es que los poderosos han sabido siempre llevarse la mejor parte. Sea donde sea, contra campesinos yankees o campesinos latinos, la ambición sigue actuando en la sombra. Steimbeck da algunas luces para detectarlos a tiempo.

Bibliografía:

[1] En dudosa batalla

[2] La Perla

[3] Las uvas de la ira

[4] La luna se ha puesto

[5] Al este del Edén.