martes, 10 de agosto de 2010

En viaje a la definicón del "arte"

El arte es algo completamente indefinible, si es que uno busca una definición simple y sintética dada por el diccionario de la RAE. El arte, su definición, depende demasiado de la opinión del grupete de seguidores. Cada artista tiene su frase célebre para señalar algún aspecto de lo que considera “es” el arte. Pero las diversas facciones que se “oponen” al artista de la frase terminan con las ansias de absoluto.

Pero el arte es también, el disfrute estético. Esto es como hablar desde el punto de vista del “fruidor”, como diría Eco. Y sin embargo, muchas obras no buscan la estética sino la provocación del “fruidor”. Como decir: la imaginación al poder. En este caso sería: la provocación al poder. Y el poder, en el caso del arte, es la galería (no me refiero a la galucha), los que están en contacto con los millones museológicos. Por supuesto, la provocación llegó al poder del arte hace mucho. Sino, fíjense en ese Damien Hirst. Billonarísimo.

De todas formas, Hirst insiste en que su provocación es “casi” vacía. Hirst afirma en varias entrevistas que él “detectó” que esa clase de arte era bien recibido por los que tenían el dinero. Ergo, persistió en esa línea por motivos económicos. La actitud repugnaría al politburó del realismo socialista soviético. Curiosamente, son los rusos los mayores compradores del arte provocativo de Damien Hirst.

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