jueves, 24 de marzo de 2011

La energía

Podría haber empezado este artículo con la frase “yo apoyo la energía nuclear”. Sin embargo, preferí usar algo más neutro porque las cosas que están pasando en estos días no permiten hacer demasiadas bromas con el tema. De todas formas es posible señalar que la humanidad, y en particular Chile, se encuentra en uno de los entuertos más grandes de su historia. Porque al fin y al cabo tiene que ver con resolver la pregunta “¿cómo conseguir energía limpia, barata y sin riesgos para alimentar las crecientes necesidades de energía que requiere el país? Una pregunta de corte casi ingenieril, una pregunta que raya con la tecnocracia, pero que corresponde a una pregunta bastante simple de captar.

Ante todo hay que decir que la pregunta tiene un supuesto implícito: el supuesto es que necesitamos más energía para el futuro. Ahora bien, un país de 17 millones de habitantes (los que tenía Argentina en los 70 o Alemania en los 40) no requeriría, quizás, demasiada energía. Pero las crecientes necesidades de energía son un problema primero mundial y segundo, nacional. Algunas causales:

  1. Todos los chilenos quieren maravillas de la modernidad. La necesidad de “estar en el primer mundo”, en términos tecnológicos, se ha vuelto fuerte en el ultimo tiempo, sobre todos en la capas con cierto nivel de educación. Todos están queriendo su Iphone, sus consolas de última generación, sus pantallas plasma y toda la línea blanca imaginable. Todo eso constituye el consumo domiciliario. Y de ese consumo somos responsables todos los chilenos.
  2. Otro importante elemento son las necesidades de transporte. El requerimiento de transporte en Chile se ha hecho monstruoso sobre todo por el crecimiento de determinados conos urbanos: el Gran Concepción, el gran Valparaíso y sobre todo el gran Santiago. Todos ellos requieren ingentes cantidades de energía para poder sobrevivir. En Santiago, en particular, los requerimientos en transporte luego del “fiasco de Transantiago” (que en realidad fue un sinceramiento de la situación del transporte en Santiago, hablaré de eso luego) generó en la población. Los viajes requeridos son mayores, con distancias mayores y con solicitudes de rapidez superiores a las antiguas.
  3. Otro importante requerimiento viene dado por las empresas mineras. Las que, por supuesto, no han sido especialmente eficaces en las inversiones que se requieren para mejorar su abastecimiento energético. Una de las inversiones más evidentes (construir una línea que una el SIC con el SING) se realizará (con patrocinio del estado) recién el próximo año. Por supuesto, después de “la hazaña de los 33” ya todo el mundo tiene claro que las motivaciones de los empresarios mineros son, casi siempre, el máximo de ganancias al mínimo de costos, y que la minimización de costos se realiza muchas veces al margen de la ley y/o la ética. Por lo tanto, en lo relativo a la energía, sus inversiones siempre han sido las más baratas posible (carbón, petcoke) y, por supuesto, tienen cantidades escasas de inversión en innovación, lo que, por supuesto, permitiría la resolución de problemas, en particular el tema energético, de maneras mucho más adecuadas. De lo que si estoy seguro es que los gastos en asesoría legal son millonarios, lo que revela cual es el “perfil” de estas empresas.
  4. Otro requerimiento de importancia es “el crecimiento”. Los políticos hablan mucho del crecimiento en sus campañas, sobre todo los políticos de derecha. A todos ellos les importa mucho la ganancia de dinero y, por lo tanto, crecer poco les es equivalente a “ganar menos”. Ahora bien, ¿qué hay detrás de este crecimiento?. Hay una tremenda pelea, no dada aún, pero que podría hacerse en el futuro, respecto de los montos que se llevan los bancos en intereses y diversas comisiones. En particular los montos asociados a créditos de consumo. La tajada que se cobra es enorme. El incentivo es para que los consumidores finales, el 90% de todos los chilenos, se esfuercen todo el día para pagar dinero prestado, más el interés, lo que genera un incentivo a la búsqueda de mayor energía. El dinero es energía. El dinero adicional “interés” es energía adicional. El crecer es pedirle energía adicional al sistema. Por supuesto se puede hablar horas acerca de quien se lleva, en términos efectivos, los beneficios del crecimiento ¿todos los chilenos o solo unos pocos?. Entonces, resulta que el crecimiento real del chileno promedio es muchísimo menos del 6% de la economía y resulta que es él quien se lleva los maleficios, lo que llaman “las externalidades negativas”: ciudades contaminadas, alimentos contaminados, opciones ciertas de quedarnos sin recursos para el futuro y por eso, pobreza actual y futura.
  5. El aumento de la penetración de la publicidad. Algo intrínsecamente relacionado con la parte 1, pero que en resumidas cuentas, tiene que ver con la creación de necesidades en el consumidor. Ciencias mefistofélicas, como el Marketing, cuyo interés básico es crear necesidades que deben ser llevadas a la mente del consumidor.
  6. El incentivo por lo desechable. Intrínsecamente relacionado con el punto anterior. El marketing es una industria que también necesita sobrevivir y para eso requiere que sus mecanismos de detección y/o creación de necesidades aumenten. Pero no solo eso: la satisfacción debe tener fecha de vencimiento. En ese sentido, los productos deben poseer una alta rotación. Al industrial no “le conviene” fabricar productos durables. Requiere productos que a los tres años fallen para poder vender otros nuevos. Los vertederos son mudos testigos de esto. Una observación minuciosa a un basural nos remite de inmediato al despilfarro.

El listado anterior no se halla en ningún caso completo, pero ya se ve que la pregunta es, ¿tiene sentido estar deseando más energía siendo que quizás administrar bien la que tenemos basta y sobra?. Dejo la inquietud.

No hay comentarios: