martes, 26 de octubre de 2010

Seguimos siendo los de siempre

Al final de cuentas, después de tanto invento electrónico japonés, seguimos siendo los mismos de siempre. El invento electrónico japonés solo intenta hacernos escapar de nuestra realidad de siempre. Lo mismo que hacía antiguamente la droga, con la diferencia que antaño no se consumía droga con tanta habitualidad sino más bien en la ritualidad. Una ritualidad que ocurría con habitualidad, bueno es decirlo.

Nos gusta el escapismo, tal vez más que antes. Pero veamos, el humano actual se lo pasa cuatro o más horas frente a la tele, el resto del tiempo se conecta a la radio o se conecta a la internet. Todos ellos no son mas que estimulaciones de diverso tipo, ¿qué tenía de malo la tele en colores que te ofrecían los hongos o la estimulación casi inocente de la hoja de coca o la anestesia cognitiva del opio?

No hemos mejorado, la electrónica nos ha hecho consumidores solitarios. Hemos perdido a los amigos. Seguimos siendo los de siempre, pero sin amigos. Esto es una intriga que se fraguó en las abadías medievales. A Nostradamus le deben haber contado antes que a nadie.

No hay comentarios: